09 mayo 2005

La madre de Sócrates

El viejo filósofo publica un nuevo libro. Se titula El mito de la felicidad, y resulta fácil prever lo que ocurrirá: se venderán varias ediciones, el autor será invitado a pronunciar incontables conferencias y ningún suplemento, revista cultural ni crítico de renombre se ocupará de él.

Sucede así desde hace muchos años, y en el fondo no resulta extraño. Porque, ¿qué le parecería si alguien le dijera que el valor intrínseco de la ópera es prácticamente nulo, ya que el atletismo vocal de un divo tiene la misma importancia que el atletismo muscular de un levantador de pesas? ¿Y si añadiera que la cultura selecta es el opio del pueblo? ¿O que no hay libertad de opinión, sino de expresión? ¿O que la ciencia no es cultura? Lo desconcertante es que estas frases sueltas no proceden de titulares periodísticos, sino de uno de los sistemas filosóficos más innovadores y potentes que se construyen en la actualidad.

Alguien ha descrito así al viejo filósofo: posee profundos y enciclopédicos conocimientos; trenza con hilos diferentes y en apariencia inconexos un razonamiento impecable donde al final todo encaja; y, sobre todo, ve cualquier cosa de manera distinta a los demás.

Desde que en 1970 apareciera El papel de la filosofía en el conjunto del saber, ha abordado los más diversos campos de la filosofía: la ontología en los Ensayos materialistas; la filosofía de la religión en El animal divino; la filosofía política en el Primer ensayo sobre las categorías de las ‘Ciencias Políticas’, en el Panfleto contra la democracia realmente existente, en El mito de la izquierda y en La vuelta a la caverna; la teoría de la ciencia en los cinco de los quince volúmenes previstos de la Teoría del cierre categorial; la filosofía moral en El sentido de la vida; la filosofía de la cultura en El mito de la cultura; y la filosofía de la historia en España frente a Europa. Son sólo algunos ejemplos.

El viejo filósofo no da facilidades, y pese a ello algún libro va ya por la séptima edición. Es conveniente comenzar por el opúsculo ¿Qué es la filosofía?, en cuyas algo más de cien páginas todavía resuena el origen: la magistral conferencia que pronunció en el congreso de filosofía celebrado en Granada en 1995. Añádase la monografía ¿Qué es la ciencia?, y el lector estará en condiciones de abordar las obras mayores.

El viejo filósofo lo recuerda a menudo: la madre de Sócrates fue partera, así que la fundación que lleva su nombre ocupa en Oviedo una antigua maternidad. El viejo filósofo ya ha cumplido los 80 años y se llama Gustavo Bueno. Si no quiere perder el tiempo con el discurso parasitario que domina nuestra época y del que abominaba George Steiner, léalo cuanto antes.